¡Buenas noches!
Vamos a dar un mucho de caña a esto para terminar el día. ¿Qué os parece? Bien, ¿no? Como os parece perfecto, os presento a Meshuggah, una banda de metal experimental que, al igual que otros grupos que os hemos presentado en ocasiones anteriores, provienen de Suecia.
Este grupo se hizo destacar de sus inicios por mezclar estilos extremos en tempos rápidos y, a pesar de que no son muy conocidos por la gran masa, sí que tienen un gran número de seguidores entre los amantes de este estilo de música. A partir de su quinto álbum de estudio, han empleado guitarras de ocho cuerdas, llevando su sonido a niveles incluso más profundos de lo que lo hacían habituálmente, machacando así la brutalidad. Esto provocó la división de sus seguidores en dos grupos: los "conservadores" y que estaban un poco decepcionados con este nuevo estilo y aquellos que continuaban estando plénamente contentos con ellos.
En el año 2004 publicaron el EP I con una sola canción de 21 minutos de duración, aunque muchos pueden
pensar que se tratan de varias canciones muy hábilmente empalmadas.
Este es uno de los cortes más brutales de su carrera, tanto por
velocidad como por contundencia. Posiblemente llegaron con él a las
más altas cotas de complejidad por velocidad de ejecución de su carrera, hasta el punto que parece imposible que
estas baterías programadas se puedan ver plasmadas en directo por el
genial Tomas Haake.
La canción que he elegido se titula Break those bones whose sinews gave it motion y es el primer sencillo de su último disco, titulado Koloss y publicado hace solo tres semanas, en marzo de 2012. El videoclip está centrado por completo en la banda, huyendo así de
cualquier tipo de narrativa paralela, y no es más que una traslación a
imágenes de la pesadez y la densidad sonora de este grupo.
AVISO: Si tus oídos son sensibles, ni se te ocurra pulsar el Play.
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